Los pestiños forman parte del recetario tradicional, muy típico en Andalucía y Extremadura.
Según el diccionario de María Moliner su nombre viene de la voz latina "pistus", que significa batido o triturado.
Son uno de esos dulces llamados frutas de sartén, y con el que todos hemos disfrutado en muchas ocasiones, elaborados a base de harina y aceite que se fríen y se bañan en miel. Es una receta típica de Cuaresma y Semana Santa, y aunque hoy en día pueden encontrarse en las confiterías, la tradición generalmente los había encerrado en monasterios y conventos. Una vez reconquistada Andalucía, la elaboración genuínamente morisca de los pestiños se refugió misteriosamente en las casas de religión.
Por suerte siempre están ahí algunas madres que nos han inculcado el gusto por seguir elaborando y disfrutando de esas maravillosas recetas tradicionales que tan arraigadas están en nuestras costumbres.
Esta es la receta de los pestiños de la abuela Luisa, una delicia para todo el que los prueba.
Ingredientes:
Ingredientes:
-1 kilo de harina
-1 vaso de aceite de oliva
-1 vaso de vino blanco
-1 cucharada de matalauva
-1 cucharadita de clavo molido
-Ralladura de un limón
-Sal
-Azúcar y canela en polvo para rebozar
-Azúcar y canela en polvo para rebozar
Primero desahumar el aceite con una cáscara de naranja que cuando esté frita se saca. Agregar al aceite la matalauva y apartar del fuego para que se enfríe un poco.
Formar un volcán con la harina y echar el aceite con la matalauva, el vaso de vino caliente con media cucharadita de sal, la ralladura del limón y el clavo molido.
Formar un volcán con la harina y echar el aceite con la matalauva, el vaso de vino caliente con media cucharadita de sal, la ralladura del limón y el clavo molido.
Amasar bien hasta que la masa se despegue de la superficie de trabajo. Tiene que quedar lisa y que no se pegue a los dedos. Trabajarla con las manos untadas en aceite. Formar una bola y dejarla reposar.
Formar los pestiños y freírlos en abundante aceite, escurrirlos un poco para que suelten el exceso de aceite y emborrizar en una mezcla de azúcar, canela y una pizca de clavo molido.
Este es un dulce que se conserva bien bastante tiempo, incluso mejoran con el paso de los días. Pero por experiencia, apenas dará tiempo a comprobarlo pues siempre se acaban pronto.
Este es un dulce que se conserva bien bastante tiempo, incluso mejoran con el paso de los días. Pero por experiencia, apenas dará tiempo a comprobarlo pues siempre se acaban pronto.
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