No está claro el origen del salmorejo, pero parece que un precedente suyo sería la "mazamorra", palabra de origen árabe hispano compuesta de un majado de pan, ajo y aceite, traída a España por las legiones romanas. Sería con la expansión del cultivo del tomate durante el siglo XVIII, cuando este se incorporaría al salmorejo para enriquecerlo.
El salmorejo cordobés es el ejemplo claro de como un plato humilde fruto de combinar unos cuantos ingredientes baratos: tomates, pan, aceite, ajo y sal, puede llegar a ser un manjar y por su popularidad convertirse en un producto cultural.
Como cordobesa que soy, no falta nunca en mi mesa un buen plato de salmorejo.
Ingredientes
-Un kilo de tomates.
-Un trozo de pan de miga dura.
-Un vaso de aceite de oliva.
-Un diente de ajo.
-sal.
Primero se tritura con la batidora los tomates, el diente de ajo y una cucharadita de sal. Si se hace en thermomix no hace falta pelar los tomates. Cuando esté bien triturado se le agrega el pan troceado y se sigue batiendo hasta que quede muy fino. La cantidad de pan es al gusto, dependiendo de lo espeso que se quiera. Finalmente se va agregando el aceite mientras se sigue batiendo, de esta forma adquiere una consistencia más cremosa y emulsionada.
Los acompañantes del salmorejo pueden ser varios, siendo el más típico el huevo duro y el jamón serrano picaditos, aunque tampoco le desmerece acompañarlo con tortilla de patatas, atún o cualquier ahumado, siempre aderezado con un buen chorro de aceite de oliva virgen.
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